Creatividad: habilidad innata del hombre para resolver problemas con ideas creativas, elaboradas desde su percepción o experiencia personal.
Innovación: poner a prueba la idea creativa frente al usuario o cliente; refinando la idea a través de la experimentación, para luego incorporarla al funcionamiento operativo de la empresa.
En el 2012, el doctor en psicología Keith Sawyer (EE. UU) fue un paso más allá. Expuso la idea de que la creatividad posee un fuerte componente colectivo y de colaboración que desemboca en la innovación. Antes, las organizaciones se centraban en la contratación de individuos muy creativos que se suponía tendrían mejores ideas y por tanto generarían más ingresos. Sin embargo, hoy se reconoce que mientras más colaboran los equipos, más creativos e innovadores resultan ser.
Es por ello que la colaboración de los equipos y el liderazgo transformacional son relevantes para llevar las ideas a la acción impactando en el mercado; la innovación debe generar réditos económicos a la empresa y valor al cliente.